El higo es una fruta de verano dulce, suculenta y nutritiva. Tiene múltiples propiedades: proporciona energía, minerales y abundante fibra, por eso se recomendaba a los atletas olímpicos de la antigua Grecia y era considerado manjar de dioses del Olimpo.
El higo se puede comer de múltiples formas y siempre resulta rico. Nosotros hemos cogido los higos directamente de la higuera y los hemos cocinado solo con miel ecológica. La mermelada la hemos combinado con un paté de perdiz artesanal típico de Jaén (también puedes combinarla con patés veganos si lo prefieres) ¡simplemente delicioso para un picoteo a cualquier hora!
Te proponemos esta deliciosa mermelada de higos sin azúcar que puedes preparar de forma muy sencilla con tu panificadora.
Ingredientes:
- 500 g higos con piel
- zumo de 1 limón
- 100 ml agua
- 1 cuchara de miel ecológica (opcional)
Sigue estos pasos:
- Lava bien los higos y cortales el rabito y ponlos en el vaso de la batidora junto con el zumo de limón y el agua. Bate hasta que quede bien integrado todo
- Vierte la pasta en la cubeta y añade 1 cucharada de miel
- Usa el programa 11 de tu panificadora (jam/mermelada). Te quedará la mermelada con una textura increible!
- Ponla en unos cuencos, deja enfriar y ponlo con un papel film en la nevera te durará bien 7 ó 10 días
- O si prefieres que te dure varios meses, envásala al vacío en un bote de cristal bien esterilizado, Haz scroll hasta el final para saber en mayor detalle cómo hacerlo
¿Cómo hacer el vacío correctamente en tarros de cristal?
Reutilizar los tarros de cristal de las mermeladas o salsas es una muy buena opción para conservar tus confituras artesanas, pero hay que llevar a cabo un proceso de esterilización y sellado adecuados. Se ha demostrado que los tarros de cristal con tapa metálica y el envasado al vacío es de las mejores formas de conservar las mermeladas, confituras o similares. Hay que evitar reutilizar botes que no estén dañados y desechar los que tengan tapaderas rotas, oxidadas o abolladas, para que el cierre hermético sea perfecto.
1º Lava y esteriliza los tarros: Antes de utilizar los tarros, asegúrate de lavarlos con agua caliente y jabón. Luego, esterilízalos sumergiéndolos en agua hirviendo durante al menos 10 minutos. Se deben dejar escurrir sin secar con trapos, para evitar contaminarlos de nuevo.
2º Sellado adecuado: Cuando los frascos se llenan con la confitura (importante que esté todavía caliente), se cierran y se le da la vuelta inmediatamente durante al menos 15 minutos; se realiza una especie de vacío interior que se extienden a todo el frasco y ayuda a que los alimentos perduren en buenas condiciones durante más tiempo. Al darles la vuelta, la tapa debe estar ligeramente cóncava, esto es, ligeramente arqueada hacia el interior del frasco. Eso significará que el vacío se ha efectuado correctamente. Si no ha sido el caso, conviene guardar estos tarros en la nevera.