Nos encantan los frutos de temporada e incorporar sus sabores a nuestros panes.
Es tiempo de otoño y en esta ocasión hemos elegido sabores clásicos de esta estación para incorporarlos a nuestros panes orgánicos Campesino o de Espelta con Calabaza y las Castañas, ¡el pan más otoñal!
¿Cómo preparar este pan?
Es muy sencillo, sigue las instrucciones de tu mezcla de espelta, y tras la harina incorpora: 150 gr de calabaza fresca en lascas (es muy fácil vaciar la calabaza usando un cucharón de helados), 8-10 castañas frescas o asadas, peladas y troceadas (asegúrate de pelarlas bien para que la piel no amargue), y finalmente añade la levadura.
Las castañas se pueden asar fácilmente en el horno, en una sartén especial o también en el microondas. Más abajo te orientamos sobre cómo hacerlo.
1. Una vez tengas todos los ingredientes en la cubeta, elige el programa número 6, que amasa y fermenta pero no hornea. Te dejará la masa punto para que solo tengas que darle forma y meterla en el horno.
2. Concluido el programa, extrae la masa con las manos enharinadas, colócala sobre una superficie con un poco de harina y dale forma de hogaza. Una vez hecha, cúbrela con un paño limpio de algodón y deja reposar un mínimo de media hora más. Y si tienes tiempo, las puedes dejar hasta dos horas dependiendo de lo que quieras que crezca el pan y su esponjosidad.
3. Precalienta el horno (con el calor inferior) a 220°, con la rejilla y la bandeja del horno dentro. Con el horno bien caliente, tras unos 30′- 45’ saca la rejilla superior ¡con guantes protectores!, y deja la bandeja inferior dentro. Antes de cerrar la puerta, vierte un chorrito de agua sobre ésta última para empezar a generar vapor. Procura cerrar la puerta del horno rápidamente para que no se pierda temperatura.
4. Entre tanto, coloca tu hogaza sobre una superficie lisa apta para horno (idealmente un tapete de silicona para hornear) y ésta a su vez sobre la rejilla que sacaste. Enharínala bastante por encima y por debajo con harina blanca que tengas en tu despensa (le dará un aspecto a la corteza más rústico).
5. Introduce en el horno la rejilla con la hogaza y vierte nuevamente sobre la bandeja inferior algo más de agua (más o menos como una taza). El vapor de agua será muy importante en la primera fase del horneado.
6. Horneamos primero 10′ a 210º (sin ventilador). Durante ese tiempo el calor y la humedad hará que la masa se agrande y rompa por los cortes. Posteriormente, sacamos la bandeja inferior con el agua ¡con mucho cuidado de no quemarte! y pasamos a la fase final en la que se creará la la corteza característica y crujiente del pan. Baja la temperatura a 190º con calor esta vez arriba y abajo durante 15′ más. Si te gusta la corteza con más color o más gruesa déjalo unos 5′ ó 10′ adicionales.
Si lo estás horneando sobre un tapete de silicona para hornear, aprovecha estos últimos 5′ ó 10′ extras para quitar la hogaza del tapete y ponerla directamente sobre la rejilla poniendo el horno con ventilador solo por debajo, así se eliminará la humedad de la base del pan.
Nota Importante: Las indicaciones de horneado son orientativas dado que cada horno es muy diferente, por ello es posible que tengas que hacer algún pequeño ajuste en tiempos o temperaturas hasta conseguir el resultado deseado.
De sabor suave y un poco dulce gracias a la calabaza, está muy rico tostado con queso de untar o acompañado con revueltos y cremas.
¿Cómo asar castañas en casa?
Estos son los primeros pasos para asar castañas en casa:
- Lava y seca bien las castañas.
- Realiza un corte profundo que atraviese las dos pieles (una cruz en medio de las castañas). lo justo para ver si está blanca y sin bichos.
- El corte debe ser limpio para dejar respirar la castaña al asar.
Al fuego, al horno, en el microondas o en la sartén son sólo algunas de las formas que tienes de preparar las castañas asadas. Escoge el método que mejor se adapte a ti y que te resulte más cómodo.
- El método tradicional es preparar las castañas en el fuego. Debes tener mucho cuidado a la hora de que se hagan correctamente y sin quemarse. Si tienes chimenea puedes colocarla dentro de un papel de plata y ponerlas sobre las brasas del fuego, nunca sobre el fuego directamente.
- Método para asar castañas en el horno, comienza precalentando el horno a 200ºC durante 10 minutos. Es el momento de colocar las castañas con calor arriba y abajo y, a poder ser, con aire (modo ventilador). Colócalas en la parte más baja del horno a 200ºC. El tiempo es completamente orientativo, ya que varía en función del tipo de castaña y el tamaño. Para una castaña de tamaño medio y con una humedad normal, con 10 minutos por cada lado, es suficiente. Una vez estén asadas y calientes, puedes añadir un toque de sal fina. Recuerda tener cuidado a la hora de pelarlas y no las dejes enfriar mucho, sino será más difícil quitarles la piel.
- Uno de los métodos más tradicionales es asarlas en una sartén especial de castañas, con agujeros que permiten que estas se asen en contacto con las llamas. Es perfecta para las cocinas de gas. Coloca las castañas en la sartén sin tapar y a fuego alto. Mueve la sartén de vez en cuando para agitarlas. El proceso dura sobre media hora, en función del tamaño de las castañas. Una vez finalizadas y apagado el fuego, cubre con un paño de algodón la sartén.
- Asar castañas en el microondas es un método fácil, sencillo y limpio. No es el más adecuado para degustar todo el sabor de una castaña asada. En el microondas se tarda muy poquito pero has de hacerlo con cuidado de no quemarte porque las castañas sueltan vapor, en internet puedes encontrar tutoriales sobre cómo hacerlo adecuadamente.
La Calabaza, muy beneficiosa
posee importantes nutrientes como las proteínas y sustancias como vitamina C y carotenoides, esenciales para el buen estado del organismo.
Ideal para preparar ricas recetas, este fruto contiene un bajo aporte de calorías (15 kcal por cada 100 gramos consumidos) y de grasas (0,2g), ya que está compuesta en su mayoría por agua (cerca de 96g).
El aporte de carotenoides con actividad provitamínica A, como el betacaroteno, tiene efectos beneficiosos para la salud ya que contribuye al cuidado de la vista y al buen funcionamiento de la piel, el sistema inmune y las mucosas. Además, posee propiedades antioxidantes que se encargan de proteger a las células del organismo frente a la acción nociva de los radicales libres.
Las propiedades de las castañas
La mitad de la castaña es agua, de ahí su bajo valor calórico, y casi la otra mitad (42-44%) son hidratos de carbono, principalmente complejos con bajo índice glucémico y que llevan a digestiones más lentas. Las castañas, tras caer del árbol van transformando sus hidratos en azúcares, lo que las hace más dulces pasada una semana o diez días tras su recolección. De la misma forma, cuando se asan o cocinan se dulcifican dada la hidrólisis de sus hidratos de carbono.
La castaña posee un poco de proteína y un poco de grasa (1-2%) pero no en valores tan elevados como otros frutos secos como nueces, almendras o avellanas. En crudo, cocidas o asadas constituyen una comida entre horas deliciosa y baja en calorías: cien gramos de castañas (unas 10 castañas en un cucurucho de las asadas) tiene sólo unas 200 calorías.
En cuanto a los minerales, las castañas contienen pequeñas cantidades de calcio, hierro y magnesio aunque su mayor aporte y más destacado es el del potasio y otra de sus cualidades es contener muy poco sodio.
También son destacables la vitamina C y el ácido fólico. Otro componente de las castañas es su contenido en fibra (5-8%) que puede convertir este peculiar fruto seco en un aliado en la dieta para prevenir el estreñimiento.